Hola Paloma, quería decirte que estoy encantada con los hipopresivos. Nunca un ejercicio me ha parecido tan sencillo de aprender y tan efectivo. Por supuesto, mantener las posturas necesita práctica, igual que la respiración, pero una vez coges el truquillo y haces caso a la profe en las correcciones de postura, todo empieza a ir de maravilla. Un poco de esfuerzo y nada de sudar, así da gusto. Si un día tengo que irme de fiesta después de clase, me pongo de tiros largos antes, voy a clase y de allí a la fiesta. Tan pancha.
Bueno, por lo que quería escribir esto es porque después de un trasplante de riñón, hace ahora 3 años y todo lo que conlleva, mi espalda y abdomen estaban sufriendo mucho. Los médicos me recomendaron hacer ejercicio, ya que es muy importante para mantener una buena calidad de vida y buena forma física. La espalda me dolía bastante, no podía ponerme recta totalmente en posturas sentada o meditación y tenía el abdomen muy distendido después de la operación, además de dos embarazos con cesárea.
Desde que comencé a practicarlos, en septiembre hará un año aproximadamente, he notado una gran mejoría, tanto en los dolores de espalda como en mi musculatura. Noto que mi abdomen ha adquirido más firmeza y que mi cintura está más definida, incluso mis brazos están comenzando a tener más fuerza y todo esto con solo 45 minutos a la semana. Además, mi resistencia ha aumentado ya que ahora soy capaz de realizar ciertas posturas que antes me habría resultado imposible por problemas físicos.
En el brazo derecho tengo hecha una fístula de diálisis y me costaba levantar el brazo por encima de la cabeza por el dolor que me causaba. Ahora me cuesta mucho menos, y alguna de ellas hasta puedo realizarla.
Cuando me miro al espejo me veo más recta y el abdomen más fuerte, ya no se nota tantísimo los pliegues raros que quedan cuando te ponen una faja abdominal para sujetar el riñón.
Recomendaría a cualquier persona de cualquier edad y con cualquier patología que se pusiera en manos de una experta como tú en hipopresivos, puesto que son perfectos para mejorar su estado de salud y físico, para ponerse en forma como parte importante de rutinas de ejercicios, para mejorar la capacidad pulmonar, fortalecer el cuerpo, enderezar la espalda, aplanar el abdomen, sentirse mejor, etc. Al menos a mí me resulta perfecto.
Angeles
Alumna Paloma González
Entrenadora certificada LPF