Cuando el movimiento es dotado de belleza y de expresión se convierte en danza. La danza es la forma más artística en la que nuestro cuerpo puede expresarse, sea cual sea la disciplina (contemporáneo, lírico, jazz, el afrocontemporáneo, clásico, afrocubano, urbano, bailes tradicionales… ). Cuanto más completo sea el conocimiento y control corporal que posean los bailarines, mayor será la precisión y seguridad en su ejecución. Este aumento del control de la estática corporal y del movimiento de nuestro cuerpo como un todo sincronizado es una de las muchas ayudas que puede brindar el entrenamiento de Low Pressure Fitness (LPF) a la danza. Nuestra coach y experta en danza, Olga García nos explica como la danza y LPF se complementan.

La media naranja de la preparación a la Danza
La metodología y fundamentos de Low Pressure Fitness pueden aportar a los bailarines una serie de ayudas de mucha utilidad. Ya las hemos comprobado los que tenemos la oportunidad de añadir a la danza las posturas de LPF. Tras analizar la interacción observada entre la danza y LPF, tanto desde el punto de vista físico como experiencial, destaco los siguientes beneficios:
- Mayor control y dominio del movimiento del cuerpo. Esto revertirá en mayor seguridad al bailar, tanto en los ensayos como en el escenario. La toma de conciencia postural otorga un especial reconocimiento de las sensaciones que muestra el cuerpo.
- El equilibrio muscular a través del estiramiento postural por cadenas miofasciales con LPF. Así proporciona al bailarín/a eficiencia en la ejecución de las coreografías. Habrá un menor gasto energético en el movimiento y un menor riesgo de padecer lesiones. Cuando el cuerpo parte de una postura correcta se evita el tener que compensar los desequilibrios y errores posturales.
- El entrenamiento y mejora de la conciencia postural permite ofrecer al espectador una imagen más armónica y bella de los cuerpos de los bailarines.
- El entrenamiento del ritmo respiratorio y los tiempos de respiración empleados en la dinámica de LPF pueden ayudar a reequilibrar el sistema nervioso y por tanto el sistema emocional. Dominar la respiración derivará en un mejor dominio de las emociones y de la ansiedad a la hora de prepararse para salir al escenario.
- LPF como alternativa al calentamiento convencional de danza. ¡Una secuencia de 10-15 minutos de posturas de LPF previa a la actuación o ensayo y…a danzar!
- Utilización de LPF como método compensatorio o de prevención de lesiones comunes de la danza como por ejemplo, el dolor lumbar. Alargar el tiempo en activo y evitar lesiones son dos de las mayores preocupaciones en la danza de forma profesional.

Fundamentos posturales de LPF adaptados a la danza
Un número cada vez mayor de profesionales del deporte y de la danza utilizan de forma habitual la metodología de entrenamiento propuesta por Low Pressure Fitness como complemento a su preparación física y cuidado de la salud. La danza profesional es una disciplina que exige de un elevado nivel físico y emocional. Por ello, los bailarines y bailarinas empiezan a ver en LPF un entrenamiento con transferencia a su actividad basado en este nuevo paradigma de baja presión para un mayor bienestar.
Autora:
Olga García Rodríguez
LPF-Coach y profesora de baile