Para poder llegar al fondo de lo que significa para mí esta técnica tengo que empezar hablando de mí mismo. Llevo muchos años dedicado al mundo del deporte tanto en la práctica, como dando clases y nunca me he sentido obligado, al contrario, siempre me ha llevado al borde de la felicidad. Me encanta tanto como profesión como por hobby.
Siempre he creído en la importancia de ayudar a los demás, mi objetivo es simple y sencillo: hacer mi vida y la de los demás tan funcional como las circunstancias me lo permitan.
Cuando tomé la decisión de empezar a formarme con Low Pressure Fitness no iba ni seguro ni convencido, supongo que por miedo o ignorancia, pero a medida que fui entrando en la dinámica y comprendiendo que significaba, me enamoré de la técnica.
Decidí formarme y empezar con el nivel 1, impartido por Piti. Además de todo lo que me enseñó, me marcó su forma de vivirlo, la pasión con la que creía todo lo que decía, su entusiasmo fue lo primero que interioricé.
Pronto quise a impartir clases y abrí grupos de entrenamiento. He de reconocer que fue difícil al principio, aunque yo no paraba de contarle a todo el mundo los beneficios en el deporte de esta técnica y la importancia de trabajar a nivel preventivo. Pero nadie me hacía caso.
Hace más de un año, en Gym Kontact Móstoles me dieron la oportunidad. Lo primero que se me ocurrió fue quitarme la camiseta, meterme en el tatami y hacer lo que había aprendido. Varias semanas después de no levantar el pedal del acelerador abrí mi primer grupo y empezó a probar que era eso que yo hacía. Lo sorprendente es que más del 90% eran mujeres. No sé si por ser conscientes de la importancia o porque todavía se piensa que este tipo de entrenamientos solo son para ellas.
El mayor testimonio que puedo dar es el mío propio. La suma de todas las técnicas que incorpora LPF me ayudaron a recuperarme de una lesión que, según un osteópata visceral, es más común de lo que parece. Por todo el impacto generado de la práctica deportiva, un riñón se me había desplazado. Fue terrible pasar por tanto dolor y hubo momentos de desesperación.
Según iba pasando el tiempo y comprobaba que mis chicas iban mejorando, cambiando sus malos hábitos y manejando cada vez mejor la técnica, me lancé a continuar mi formación y cursé el nivel 2. Brutal, me encantó. Un nivel mucho más práctico que el nivel 1 y en el que aprendimos posturas más dinámicas y a introducir materiales a la práctica LPF.
De este nivel me llevo a dos personas importantes para mí a día de hoy: unas es Sonia, una fisioterapeuta que es ya amiga y a Paloma González, que desde el principio supe que era genial y a la que tengo un cariño gigante. A día de hoy Paloma es coach LPF.
Al poco tiempo de emprender todo este camino recibo una llamada importante de una mujer que quería comenzar sesiones de entrenamiento personal. Ella había pasado por un cáncer de útero y tenía una histerectomía. Empezamos las sesiones de Entrenamiento Personal en mayo del 2017 reeducando su postura y a respirar según el sistema LPF.
Tres meses después recuerdo que me llamó para contarme qué tal había sido su revisión. ¡Qué nervios! Su primera revisión en oncología y ginecología desde que empezó a entrenar conmigo. El diagnóstico: La vejiga no se había caído y había subido 1.5 cm, las vísceras estaban en su sitio y la musculatura más profunda del abdomen era impresionante según relato de sus médicos.
Me emocioné, me invadió una sensación de bienestar que guardé en el sitio de mis sensaciones preferidas, al lado de ver nacer a mis hijos. Desde entonces no nos separamos, somos amigos y cuidamos el uno del otro.
En oncología y ginecología se sorprendieron. Le preguntaron que había hecho y, cómo no, ella dijo, hipopresivos (aunque tendría que haber dicho Low Pressure Fitness, por supuesto! La suma de todas las técnicas es mucho más que hipopresivos).
Después de esto me lancé al nivel 3 con Cristina Paterna, un amor con la que aprendí muchísimo gracias a su forma de expresar, por cómo vive lo que hace , con una energía maravillosa y para colmo estaban Sonia y Paloma.
Recién me certifiqué y ya he reservado mi plaza en la Wall-Series de diciembre para poder aprender todo lo que esta formación tiene que enseñarme.
Desde que empecé no he parado, lucho para ayudar a quien lo necesita, trabajo en sitios especializados como PilatesFuncional Leganés, aunque reconozco que mi mayor lucha está en la prevención, intentando que Low Pressure Fitness sea una herramienta como en otras culturas es el Yoga o el Taichí.”
Esteban Rodríguez González
LPF-CT
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