¿A cuántas personas conocemos que siguen cargando con más y más peso en la mochila de su vida? Las sociedades modernas, cada vez más consumistas, se rigen bajo el principio del más es mejor. Contrariamente la filosofía de menos es más se ha convertido en un arte al alcance de muy pocos. Justamente este es el concepto filosófico principal que se esconde tras el sistema de entrenamiento de baja presión Low Pressure Fitness.
Menos es más, frente al más es mejor
El estrés, la inactividad física o los malos hábitos posturales son factores que influyen de forma muy negativa tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente. Generan un exceso de presión diario que convierte nuestra vida en una hiperpresión constante, física y emocional. Con el objeto de reequilibrar la balanza de presión, Low Pressure Fitness nos ejemplifica con sencillez, economía del movimiento y eficiencia técnica. La máxima ‘reduce la presión para aumentar el bienestar’ nunca ha sido tan importante en términos de cuidado físico.
Low Pressure Fitness es un sistema de entrenamiento holístico desarrollado a partir del conocimiento y vasta experiencia en técnicas corporales y de bienestar físico (wellness) de sus fundadores. La equilibrada combinación de técnicas como la reeducación postural, respiración, neurodinamia e hipopresivos lo convierten en la perfecta herramienta de ejercicio reparador orientado hacia la salud. Además, es un entrenamiento al alcance de cualquier persona y fácilmente adaptable a la necesidades individuales.
Uno de los objetivos principales de Low Pressure Fitness es la corrección postural. La práctica regular de los ejercicios de activación muscular y estiramiento de LPF logran reequilibrar el exceso de tensión de zonas musculares tradicionalmente acortadas como el tórax, la cintura escapular o el cuello. Simultáneamente se activa la musculatura profunda cervical y espinal – los músculos espiratorios como la faja abdominal y el suelo pélvico – así como la musculatura inspiratoria. Gracias a estos reajustes posturales basados en los principios de tensión-elongación se puede prevenir o aliviar síntomas relacionados con distintos problemas de columna.
No somos conscientes de la repercusión fundamental que tiene la musculatura abdominal y pélvica en la funcionalidad de nuestra columna. Generalmente nos fijamos en el componente estético de lucir un abdomen plano obviando su cuidado hacia nuestra salud. Empero, un abdomen funcional proporcionará mayor estabilidad a nuestra columna ayudando a la prevención de lesiones causada por el desequilibrio lumbo-pélvico. Un abdomen funcional permitirá transmitir eficazmente los esfuerzos a las extremidades superiores e inferiores al tiempo que estabiliza y protege el raquis vertebral. Por lo tanto, entrenar la musculatura lumbo-pélvica te llevará a la consecución de un doble objetivo: por un lado evitará su propia deformación estética y por el otro ayudará en la aparición de posibles problemas.
Además de mejoras estéticas, un vientre plano mejora la estabilidad, previene lesiones…
Los ejercicios LPF están orientados a la búsqueda de la descompresión a nivel intervertebral. Esto se logra a través de la combinación de técnicas de activación postural y de posiciones invertidas que logran eliminar la acción gravitatoria en la columna. Si se descomprime la columna vertebral a base del estiramiento y fortalecimiento de sus estructuras musculares amigas, el soporte estructural de la misma será más sólido y funcional en el desempeño de las las actividades de la vida diaria y deportivas.
La respiración es, conjuntamente con la postura, una de las llaves maestras de Low Pressure Fitness. Cuando se aprende a entrenar la respiración, se liberan las tensiones físicas, fisiológicas y emocionales. La respiración es motor vital y motor de salud. Durante las sesiones LPF se practican diferentes técnicas respiratorias y se mantiene el ritmo ventilatorio controlado y pautado a lo largo de toda la clase. Se potencia la respiración voluntaria de forma lenta y profunda. Sobradamente conocido es el efecto del entrenamiento respiratorio en parámetros como la función ventilatoria, mecánica respiratoria y relajación. La ciencia ha mostrado como entrenar de forma rítmica, profunda y voluntaria la respiración durante cierto tiempo, provocando un aumento en la calidad de vida, equilibrio en el sistema emocional, incremento de la capacidad de relajación, creatividad y equilibrio en los pensamientos. Además el movimiento rítmico respiratorio favorece el funcionamiento digestivo y circulatorio.
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