Pasas por delante de una pastelería y el olor a pan recién hecho te impulsa a entrar para comprar alguna delicia, pero algo te hace retroceder. ¿Cuántas veces nos hemos irritado y querido replicar en un tono de voz excesivamente elevado? Por un segundo, te lo piensas, te reprimes y contestas más calmado. Situaciones cotidianas como éstas, suceden constantemente sin que nos demos cuenta. Tomamos decisiones y controlamos nuestros impulsos al hablar, pensar, escribir o al actuar diariamente. Es el control inhibitorio, un proceso cognitivo fundamental del ser humano que ayuda a frenar (o no) una conducta.
El ámbito de la neuropsicología y de la psicopatología muestra mucho interés en estudiar los procesos cognitivos relacionados con el control inhibitorio y en conocer los mejores métodos para controlar las respuestas de personas con trastornos de la conducta como las que abusan de sustancias, los psicópatas, etc. En este escenario, los neuropsicólogos han propuesto la respiración como una fórmula plausible de control inhibitorio.
Sabemos que el entrenamiento de la conciencia respiratoria tiene efectos positivos sobre el sistema nervioso y el metabólico pero, igualmente, lo tiene sobre los procesos cognitivos. ¿Verdad que nos resulta extraño que los psicólogos hagan tanto énfasis sobre los ejercicios de respiración para tratar todo tipo de problemas mentales?. Pero, ¿y si te dijéramos que la importancia del movimiento respiratorio para la mente pudiera ser igual de relevante que detener la respiración?
¿Cómo trabajamos el proceso inhibitorio?
Pues justamente esto es lo que descubrieron recientemente un grupo de expertos que estudiaron los efectos de la respiración intercalada con fases de apnea en la respuesta inhibitoria en personas sanas. Encontraron que practicar tanto una sesión de ejercicios de conciencia respiratoria como una sesión ejercicios respiratorios combinados con apneas pueden mejorar la respuesta inhibitoria de forma inmediata.
Para ello recurrieron a una de las técnicas experimentales más utilizadas en el análisis del mecanismo de inhibición que es el paradigma de la señal de parar, o stop-signal paradigm en inglés. Los investigadores enseñaron a un grupo de adultos sanos a realizar correctamente los ejercicios respiratorios para cada sesión que consistieron en:
- Sesión de 20 min de respiración con apnea intermitente que incluye 4 fases: inhalación, apnea, exhalación y apnea de 6 segundos cada una. Podéis aprender más sobre esta técnica en este anterior artículo del blog: técnica antiestrés.
- Sesión de 20 min de conciencia respiratoria que incluye respiraciones con conciencia en posición cómoda y sin distracciones.
Los efectos positivos de ambas técnicas respiratorias sobre el control inhibitorio se atribuyen al efecto de relajación y equilibrio del sistema nervioso autonómico que ya ha demostrado la literatura sobre la respiración.
Con el trabajo respiratorio de Low Pressure Fitness lo consigues
La respiración consciente, rítmica y controlada es una de las bases del entrenamiento de yoga y del programa Low Pressure Fitness. Ambas practicas valoran sumamente el entrenamiento de las tres fases respiratorias: inhalación, exhalación y apnea.
En el nuevo programa que he desarrollado para Low Pressure Fitness, basado en la evidencia más actual, incluyo una completa serie de ejercicios y técnicas respiratorias como la presentada en este artículo.
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Autora:
Tamara Rial
PhD, CSPS, desarrolladora del sistema Low Pressure Fitness