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Efectividad de los hipopresivos en mujeres con disfunción de suelo pélvico

¡Compartimos muy buenas noticias! Se presentaron los primeros resultados de un nuevo estudio sobre la efectividad de los hipopresivos en mujeres con disfunsión de suelo pélvico. Cada vez se están haciendo más estudios sobre el tema, sobre todo en relación a la prevención y tratamiento de las problemas del suelo pélvico. Esto es muy importante pues nos ayuda a aumentar el cuerpo de conocimiento de una de las técnicas que empleamos en Low Pressure Fitness: la hipopresiva. El método de entrenamiento LPF se inspira en los principios de esta técnica para dar lugar a un entrenamiento preventivo focalizado en la respiración, control postural, propiocepción y elasticidad. Veamos un poco como ha sido este estudio y sus resultados.

 

Si recordáis, en un post anterior os anunciábamos la publicación de respuesta muscular durante un ejercicio hipopresivo tras tratamiento de fisioterapia pelviperineal: valoración con ecografía transabdominal. Pues el mismo grupo de investigación acaba de presentar los primeros datos de un proyecto experimental randomizado y ciego en mujeres con disfunción del suelo pélvico.

 

Estudio sobre la efectividad de la gimnasia hipopresiva en la disfunción del suelo pélvico

El diseño experimental utilizado es considerado como el de mayor calidad y que puede aportar mayor evidencia, sobre todo en el ámbito de la salud. Se divide al grupo (este caso mujeres con disfunción de suelo pélvico) en varios grupos de manera aleatoria. Cada grupo recibe un tratamiento diferente. En este estudio se dividieron a 94 mujeres en tres grupos: 1. Ejercicios de kegel; 2. Hipopresivos; 3. Una combinación de ambos. Tras un periodo de intervención determinado que en este caso fueron 8 semanas se comparan los resultados obtenidos entre cada grupo para ver cuál de ellos fue más eficaz en mejorar el problema analizado.

 

Analizaron los síntomas de la disfunción de suelo pélvico, el impacto en la calidad de vida, la función muscular y la adherencia al ejercicio. Encontraron que los síntomas en los tres grupos mejoraron, la calidad de vida y la fuerza del suelo pélvico. Así, todas las terapias mostraron resultados similares para mujeres con disfunción de suelo pélvico como la incontinencia urinaria, la anal y el prolapso de grado I y II. El hecho de combinar ambos ejercicios (kegel e hipopresivos) parece que no duplica el efecto.

 

Estos datos son muy reveladores y aportan información valiosísima para los profesionales que utilizan la popularmente llamada gimnasia hipopresiva en su práctica diaria  y para las mujeres que acuden a clases.

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Efectividad de ejercicios hipopresivos en mujeres con disfunción de suelo pélvico.

La importancia de un buen diseño

Este diseño experimental es muy frecuente en medicina. Por regla general, cuando sale un nuevo medicamento al mercado se diseña un experimento controlado randomizado con el tratamiento control (placebo) u otro medicamento y el que se desea comparar. Por ejemplo, si vas a lanzar al mercado un medicamento que combate el resfriado tu objetivo final será curar el resfriado y ofrecer el menor tipo de efectos secundarios y mayor efectividad frente a otros tratamientos convencionales. Divides a un grupo en dos partes igualmente comparables (que tengan las mismas características), una parte recibe un medicamento tradicional para el resfriado y otro recibe el nuevo medicamento. Si resulta que el nuevo no ha curado el resfriado ni lo ha hecho en un menor tiempo, pues  quizá no es más efectivo que el placebo o alternativa. No obstante, a pesar de que estos experimentos son de gran valor y calidad no significa que siempre están bien planteados. Esto quiere decir que los resultados pueden que estén basados en un planteamiento erróneo y por lo tanto no son exactos (entre otras variables extrañas).

 

Para aclarar este tema, prosigamos con el ejemplo del resfriado. Si la intención final es curar o reducir el malestar por el resfriado, se debería analizar los síntomas del resfriado. ¡Esto parece lógica pura! Sin embargo, a veces la lógica puede nublarse con teorías. Cuando algunos tratamientos están basados en hipótesis del tipo fisiológico cuyo planteamiento inicial o teoría es incorrecta pues todo lo que le sigue pierde validez. Si quieres curar el resfriado pero acabas estudiando la memoria, no puedes concluir que al mejorar la memoria curas el resfriado.

 

Pues hay casos como en el de materias como la hipopresiva (cuyo autor principal varia de hipótesis, planteamiento y técnica a cada rato) que se hacen difíciles de plantear metodológica e hipotéticamente. Muchas personas creen que el objetivo de practicarlos es mejorar la fuerza del suelo pélvico (obviando que es un programa de entrenamiento global, no un programa cuyo objetivo sea aumentar la fuerza). Otras muchas personas creen que si mejoras la fuerza del suelo pélvico es ya una prueba clara de que la disfunción de suelo pélvico va a mejorar. A pesar de haber relación entre ambos parámetros esta relación ya ha sido cuestionada con estudios que vieron que la función del suelo pélvico no estaba determinada exclusivamente por la contractilidad. Vamos, que hagas pesas en el gimnasio no significa que tengas una excelente condición física. Puede influir de manera positiva pero no es el único factor determinante.

 

Uno de los principales problemas del caso de los hipopresivos es que se parte casi siempre del mito de que son para fortalecer el suelo pélvico. No conocemos lo que explican otras escuelas, pero en LPF cuando aplicamos este ejercicio el objetivo final dista mucho del de fortalecimiento del suelo pélvico. En realidad la teoría es justamente la contraria.

 

En otras ocasiones el problema surge de que la justificación teórica sobre el funcionamiento de los hipopresivos está mal planteada (aquí de nuevo, el abanderado de su creación cambia de teoría cada trimestre). Por ejemplo, si hipotetizas que es un ejercicio que disminuye la presión abdominal, deberás estudiar esto y no la presión pélvica o la presión ocular. Si disminuye la presión medida en la cavidad pélvica, no es sinónimo de presión intraabdominal. Si a un modelo hipotético, ya de por si cuestionado, no le tienes ni siquiera la metodología de aplicación, esto va a imposibilitar tanto su replica como su evaluación. Es decir, tienes un medicamento que crees que funciona de una manera pero la dosis y forma de administración varia según gustos del investigador. Esto desanima y crea demasiada incertidumbre. ¿Son dos pastillas, tres pastillas, tres posturas, dos apneas, seis? Este mes abro costillas pues es muy beneficioso y al mes siguiente no porque produce contraindicaciones.

 

Si a un modelo hipotético, ya de por si cuestionado, no le tienes ni siquiera la metodología de aplicación, esto va a imposibilitar tanto su replica como su evaluación

 

Otro ejemplo de planteamiento erróneo es cuando se dice que se ha realizado la intervención con la técnica hipopresiva y resulta que el ejercicio no era hipopresivo. Esto es el caso de algunos estudios publicados en revistas científicas como los de este enlace. También sucede muchas veces con estos diseños de estudio el concluir que el tratamiento no ha sido efectivo pero que se hayan olvidado de enseñar al paciente a tomarse la medicina correctamente. Este es el caso de algunos estudios de hipopresivos que no solo se les ha enseñado a las pacientes un ejercicio diferente a lo que correspondería, sino que no se ha permitido la fase de aprendizaje esencial para técnicas corporales que requieren una alta capacidad sensomotora como la de los hipopresivos. En cambio, en el ultimo estudio publicado sobre la respuesta muscular del suelo pélvico se hizo mucho hincapié en que se ejecutase la técnica correctamente.

 

Estos y muchos otros factores imposibilitan que un estudio esté bien diseñado y lo peor de todo: que podamos conocer las implicaciones reales del mismo. Por ello, desde LPF intentamos mantenernos constantemente actualizados, basarnos en evidencias adecuadamente diseñadas. Con ello utilizamos todo el conocimiento que nos brindan estos estudios en pro de la mejora tanto del método como de la salud.

 

Autora:
Dra. Tamara Rial

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