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Efecto hemodinámico de la postura en sedestación ‘Hestia’ de Low Pressure Fitness

Una de las preguntas más habituales por los practicantes de Low Pressure Fitness (LPF) es sobre la respuesta hemodinámica del entrenamiento, sobre todo en la presión arterial. El vacío o vacuum abdominal, practicado durante el sistema LPF, al realizarse en apnea (aguantando la respiración) resulta una contraindicación para personas aquejadas de hipertensión arterial o con condiciones de salud especificas en las que un aumento de la presión arterial está desaconsejado. Por ello resulta importante conocer el comportamiento que el entrenamiento de LPF (cuando es acompañado de vacío abdominal) tiene en distintas variables hemodinámicas como la frecuencia cardiaca y la presión arterial.

 

Este fue el propósito del trabajo de investigación llevado a cabo por Erick Guilherme Peixoto de Lucena bajo la orientación del profesor Dr. Marco Carlos Uchida del laboratorio de Kinesiología aplicada de la Facultad de Educación Física en la Universidad Campinas (Brasil). La realización del estudio se pudo llevar a cabo gracias al soporte financiero del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq) de Brasil. Los resultados preliminares del estudio se presentaron en el VI Congresso Sudeste de Ciências do Esporte y el pasado 19 de Octubre en el XXVI Congreso de Iniciación Científica Unicamp en Brasil.

 

Erick Guilherme Peixoto de Lucena y el Dr. Marco Carlos Uchida en el XXVI Congreso de Iniciación Científica Unicamp.

Los investigadores analizaron el efecto de la postura LPF Hestia, en sedestación, en:

  • la presión arterial sistólica
  • presión arterial diastólica
  • débito cardíaco y
  • frecuencia cardíaca

en mujeres saludables con conocimiento previo de la técnica. Para ello, se contaron con diez mujeres de entre 23 y 42 años que realizaron 3 series de 8 vacíos abdominales en la postura Hestia con piernas semi-extendidas. Las apneas tuvieron una duración de 10 segundos. Se valoraron los datos hemodinámicos al inicio, al final de cada serie y tras 5, 10, 15 y 20 minutos de finalizar su práctica.

 

En relación a la frecuencia y débito cardíaca se encontró que disminuyeron de forma significativo tras la sesión en comparación con durante la sesión (FC=p<0.01 y DC=p<0.05) pero no se apreció efecto hipotensor significativo, es decir, una diferencia relevante entre el valor de la frecuencia y débito cardíaco antes y después de la sesión.

 

Postura en sedestación analizada durante el estudio hemodinámico descrita en Rial & Pinsach (2017).

 

Al analizar el comportamiento de la presión arterial durante la ejecución de la postura Hestia se encontró un aumento de la presión arterial sistólica (113.6±14.1 vs 138.6±16.0) y de la presión arterial diastólica (62.5±8.9 vs 75.0±9.9) de forma significativa durante la sesión en comparación con los valores pre y post-sesión. Se hipotetiza que la práctica de la apnea asociada a apertura costal con cierre de glotis (lo que se denomina vacío abdominal) pueda ser motivo del aumento de presión arterial observada en las participantes. Estos datos se deben tener en cuenta a la hora de recomendar este tipo de ejercicio en personas con hipertensión.

 

 

Uno de los aspectos a tener en cuenta es que el estudio se realizó sobre una muestra de mujeres adultas sanas. De cara al futuro se deben realizar estudios de otras posturas, de una sesión completa y de población con pre-hipertensión o hipertensión para conocer el comportamiento hemodinámico.

 

Por último, quisiéramos felicitamos a Erick y al grupo de investigación del laboratorio de Kinesiología aplicada de la UNICAMP por el trabajo llevado a cabo, por compartir con nosotros los resultados preliminares hallados y por añadir un mayor cuerpo de conocimiento sobre esta nueva disciplina emergente.

 

Autoría:
Equipo de redacción LPF journal

 

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