Dentro del compromiso de Low Pressure Fitness en colaborar con instituciones académicas y estudiantes, este año académico hemos ayudado en el desarrollo de varios trabajos de investigación de graduados-as en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Este es el caso del trabajo de fin de grado en la mención de rendimiento deportivo de Jerónimo Marugán, entrenador certificado en Low Pressure Fitness (LPF-CT) que focalizó su línea de estudio sobre los efectos inmediatos en la función pulmonar de una única sesión de Low Pressure Fitness de nivel 2 en practicantes entrenados-as.
Jerónimo, graduado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte por la Universidad Isabel I, realizó un trabajo que fue aplaudido por el comité evaluador de la universidad alcanzando la máxima nota. Desde Low Pressure Fitness también queremos felicitar públicamente el trabajo de Jerónimo y el orgullo que tenemos de la profesionalidad de los LPF-CT.
Para llevar a cabo su investigación analizó sobre una muestra de 22 participantes sanos y con experiencia en el entrenamiento de Low Pressure Fitness la función respiratoria antes y después de una sesión de nivel 2 del método de LPF. La sesión tuvo una duración de 20 minutos. Se valoraron antes y después los valores espirométricos, tiempo de apnea máxima y de frecuencia respiratoria (número de ciclos respiratorios por minuto).
Los resultados obtenidos no mostraron cambios significativos en las variables espirométricas analizadas (capacidad vital forzada, volumen espiratorio forzado y flujo espiratorio máximo). En cambio si que se encontraron cambios significativos (p<0.05) en el tiempo de apnea espiratoria así como en la frecuencia respiratoria entre la valoración pre y post entrenamiento de una única sesión de nivel 2 de LPF. Una sola sesión de LPF no tiene efectos agudos en la función pulmonar de un sujeto sano, sin embargo, sí que afecta a la frecuencia respiratoria, el número de ciclos respiratorios, y puede incrementar el tiempo de apnea nada más terminar el ejercicio.
Se hipotetiza que el trabajo respiratorio llevado a cabo durante la sesión de LPF puede hacer descender o estabilizar la función respiratoria, encontrándose así valores de apnea espiratoria mayores y de frecuencia respiratoria menores sin haber interferido en la capacidad vital de los practicantes.
Estos resultados muestran como en practicantes avanzados una sesión de veinte minutos de LPF de nivel 2 puede constituir una práctica física ideal de vuelta a la calma tras una sesión de alta intensidad puesto que la frecuencia respiratoria disminuye y no se muestra fatiga respiratoria (no se interfiere en la ratio respiratoria) para practicantes activos físicamente como los estudiados.
En efecto, Low Pressure Fitness es una actividad de baja presión y de baja intensidad en la que la frecuencia cardíaca y gasto cardíacos son muy bajos por eso una sesión de 20 minutos no produce un descenso o fatiga de la capacidad respiratoria, sino todo lo contrario ayuda a disminuir la frecuencia respiratoria. Este descenso de los ciclos respiratorios por minuto, puede ser debido a que las respiraciones controladas de LPF estimulen el sistema nervioso parasimpático. Cuando el sistema predominante es el parasimpático, la frecuencia cardíaca y respiratorio por ejemplo disminuyen. Por ello, para el final de una sesión de entrenamiento en deportistas o practicantes de fitness LPF puede ser un complemento idóneo.
De nuevo, felicitar a Jerónimo y animar a aquellos estudiantes de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte o de ciencias afines e instituciones a colaborar con LPF en el desarrollo de trabajos académicos.