La función sexual normal es una interacción compleja que implica la participación tanto de la mente como del cuerpo donde los sistemas nervioso, circulatorio y endocrino interaccionan con la mente para producir una respuesta sexual.
Esta delicada y equilibrada interacción entre dichos sistemas controla la respuesta sexual masculina. La pérdida de este equilibrio devendrá en una disfunción sexual, con una prevalencia en adultos de hasta un 30% con al menos una disfunción sexual (Lewis et al. 2004).
Las más frecuentes son la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y la falta de deseo, y concretamente según un estudio de Laumann et al. (2005) con 13,618 hombres de 40 a 80 años de 29 países, se encuentra que la eyaculación temprana tiene la prevalencia más alta con un promedio de 24.3% seguida por dificultades eréctiles 18.5% y falta de interés sexual 17.8%.
El incremento de búsqueda de solución se manifiesta en la proliferación de clínicas especializadas en función sexual masculina a nivel mundial. Este hecho lo he podido constatar en una visita a una de ellas durante la conversación mantenida con el director técnico en la que confirma la creciente demanda de ayuda en problemas de disfunción eréctil e impotencia por parte de los hombres, resaltando la enorme importancia de lograr unos grados más en la erección.
Seguimos con la conversación y me explican los protocolos seguidos usando fármacos, psicólogo y fisioterapia con ejercicios para el suelo pélvico y tengo la oportunidad de presentar el sistema LPF como un abordaje global de trabajo del suelo pélvico con múltiples ventajas: práctica que no precisa elementos, la persona lo realiza en su casa y puede ser supervisada presencialmente una o dos veces a la semana.
Función sexual masculina
Conocemos que los factores que intervienen en la función sexual son neurológicos, centrales y periféricos, vasculares, psicológicos y endocrinológicos, relacionándose con los componentes de la función sexual masculina: libido, erección, eyaculación y orgasmo.
En el caso de la respuesta eréctil es el predominio de la actividad parasimpática, siendo el estrés justamente lo contrario. La supremacía del sistema nervioso parasimpático proporciona la relajación del músculo liso cavernoso sobre la contracción tónica, impulsada por los músculos lisos y los vasos sanguíneos responsable de la flacidez. (Prieto, D., 2008)
Relación entre los estados emocionales, la síntesis de neurotransmisores y la distribución de la circulación sanguínea:
Factores que pueden ser potenciados con la práctica de Low Pressure Fitness en los hombres:
La función sexual depende de muchos factores y el primero para que ésta tenga lugar es el apetito sexual: desear tener relaciones sexuales. Esta apetencia está unida íntimamente a las emociones y a como se gestionan. También la percepción del orgasmo puede ser modificada por diferentes causas, las más importantes son psicológicas (Krassioukov, A. and Elliot, S., 2017).
Si el grado de estrés y ansiedad es elevado, el sistema emocional no estará en su mejor momento y el deseo sexual difícilmente surgirá. Teniendo en cuenta que el diafragma tiene una estrecha relación con las emociones, y que éstas se reflejan en el diafragma en forma de tensión, es un buen hábito estirarlo y relajarlo.
La relajación del diafragma que se logra con la práctica de LPF proporciona bienestar y facilita la respiración. La atención constante a la respiración que se realiza en LPF es otra ayuda para el control emocional.
Esto nos lo refrendan las conclusiones del estudio de XiaoMa y col. (2017) sobre los efectos la respiración diafragmática en el aumento del nivel de atención, el afecto y los niveles de cortisol. Este estudio aporta pruebas que demuestran el efecto de la respiración diafragmática, como práctica de mente y cuerpo, en la función mental desde una perspectiva de psicología de la salud, con implicaciones importantes para la promoción de la calidad de vida en individuos sanos.
En definitiva, un elevado estado de satisfacción facilita sentir emociones positivas y esto es un camino hacia el deseo sexual.
El riego sanguíneo es básico para poder disfrutar de una erección potente y duradera. Los cuerpos eréctiles precisan de un aporte de sangre extra. El efecto de succión que provoca el diafragma en el abdomen y la cavidad pélvica hace que el flujo de sangre se multiplique como se podría ver en una ecografía doppler durante la práctica de técnicas hipopresivas.
Si hay más flujo de sangre hay más capilarización, cantidad de capilares abiertos y receptivos para llevar sangre, por lo tanto la erección posiblemente sea más larga e intensa con el trabajo de LPF.
Además de la sangre es necesario que la orden de erección llegue, por lo que es muy importante el estado del tejido que inerva esta zona. Son conocidos los efectos negativos en el suelo pélvico de estar horas sentado. Estos efectos son acentuados por la práctica de deportes como el ciclismo en el que la presión del sillín y los impactos repetitivos son una de las causas que hacen que la inervación se vea mermada, y sin ella desaparece la función sexual. Toth, C., McNeil, S. &Feasby, T. (2005).
LPF produce mediante la postura y la respiración una descompresión de las estructuras, elemento esencial para la función sexual óptima. La parte postural de LPF proporciona una tracción miofascial que produce una descompresión del tejido, que sumada a la parte respiratoria, ayuda a descongestionar la zona permitiendo el correcto deslizamiento del tejido nervioso.
Además del deseo, el riego y la inervación, se precisa una condición importante para que la función sexual sea plena. Resulta necesario sentir la zona y dominarla, tener propiocepción del suelo pélvico. Potencia y control son importantes para una función sexual satisfactoria.
Las pocas sensaciones pueden ser el origen de una función sexual mermada; consecuencia lógica en muchas ocasiones si no ha habido información sobre el suelo pélvico, o si nunca se ha tenido más relación con él que como una parte pudorosa que cumple sus funciones de evacuación.
En la práctica de LPF buscamos lograr que la persona viva sensaciones nuevas y las relacione con las mejoras. Es por ello que en determinados ejercicios, pedimos que se noten sensaciones en el suelo pélvico. Se percibe y experimenta una descongestión causada por una succión que en la mujer es visible externamente.
Tener el tono muscular justo en el suelo pélvico es igualmente importante para el hombre. Un suelo pélvico flácido, sin tono muscular, difícilmente facilitará la protección precisa, muy posiblemente no tenga la cosinergia necesaria para proteger ante un esfuerzo y su debilidad puede facilitar fugas de gases, líquidos o sólidos.
Un suelo pélvico con exceso de tono (hipertónico) tampoco es deseable y la práctica de LPF proporciona ascenso que se puede percibir como una tensión al producirse un estiramiento que logra normalizar el tono muscular.
Se ha comprobado con varias investigaciones la eficacia de las técnicas hipopresivas como LPF para la reducción de la incontinencia urinaria producida por las operaciones de próstata como la del grupo de Collado, et al. (2013) y es interesante contrastar los resultados empíricos de la mejora de función sexual percibidos por los practicantes.
Con las indicaciones que proporciona un profesional certificado en LPF se es más consciente del suelo pélvico, se sienten y notan sensaciones que nunca, con ejercicio físico, se habían percibido antes.
Referencias
Alwaal A. et al. Normal male sexual function: emphasis on orgasm and ejaculation. Fertil Steril. 104(5):101-60, 2015
Collado, et al. Intensive preoperatory Pelvic Floor Muscle Training reduce duration and severity of stress urinary incontinence after radical prostatectomy: A randomized controlled trial. Euro Urol, Suppl; 12, 1007, 2013
Krassioukov, A. and Elliot, S. Neural Control and Physiology of Sexual Function: Effect of Spinal Cord Injury. Top Spinal Cord Inj Rehabil. 23(1): 1-10, 2017
Laumann, E. O., Nicolosi, A., Glasser, D. B., Paik, A., Gingell, C., Moreira, E., & Wang, T. Sexual problems among women and menaged 40–80 y: prevalence and correlates identified in the Global Study of Sexual Attitudes and Behaviors. International Journal of Impotence Research, 17, 39–57. 2005.
Lewis, R. W., Fugl-Meyer, K. S., Bosch, R., Fugl-Meyer, A. R., Laumann, E. O., Lizza, E., & Martin-Morales, A. . Epidemiology/risk factors of sexual dysfunction. The Journal of Sexual Medicine, 1, 35–39. 2004
Prieto D. Physiological regulation of penile arteries and veins. Int J Impot Res. 20( 1): 17– 29, 2008
Sommer, F. et al., Impotence and genital numbness in cyclists. International Journal of Sports Medicine, 22(6), 410-413, 2001
Thyl, S., Aude, P., Caufriez, M., Balestra, C. Incidence de l’aspiration
diaphragmatique associée à une apnée expiratoire sur la circulation de retour veineuse fémorale: étude par échographie-doppler. Kinésithérapie scientifique, 502, 27-30. 2009
Toth, C., McNeil, S. &Feasby, T. Peripheral nervous system injuries in sport and recreation: A systematicreview. Sports Medicine, 35(8), 717-738, 2005
Xiao, M. et al. TheEffect of Diaphragmatic Breathingon Attention, Negative Affect and Stress in Healthy Adults. Frontiers in Psychology. 8:874, 2017
Autor:
Piti Pinsach
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