Vimos en el anterior artículo una propuesta de trabajo respiratorio básico en Low Pressure Fitness.
Este trabajo se debería completar con ejercicios más intensos donde la demanda de la capacidad respiratoria sea aún mayor.
Para ello, podemos contar con la ayuda de implementos como el Eolos o la Training Mask, que nos sirven para aumentar la fuerza de los músculos respiratorios y conseguir una mejora de la sinergia muscular.
Con o sin implementos, es importante ir adecuando la intensidad del trabajo respiratorio a lo largo de las sesiones de Low Pressure Fitness, modificando las recuperaciones y/o el ritmo respiratorio.
Al principio, empezaremos con un ritmo respiratorio de 2” de inhalación y 4” de espiración, con 3 respiraciones entre repeticiones y ejercicios y apneas de 10-15”.
Una vez que l@s clientes se hayan adaptado a este trabajo, deberíamos ir aumentando el tiempo de apnea progresivamente (hasta llegar a los 20-25”).
Después podríamos modificar los descansos entre repeticiones y/o ejercicios (realizando 2 respiraciones en vez de 3) y más adelante aumentaríamos el ritmo respiratorio, disminuyendo los tiempos de inspiración y exhalación (inspirar en 2” y exhalar en 3”; inspirar en 1” y exhalar en 3”; inspirar en 1” y exhalar en 2”; inspirar en 1” y exhalar en 1”).
La base del éxito radica en conjugar de manera adecuada estas distintas variables (tipo de ejercicio, tiempo de apnea, ritmo respiratorio, recuperación entre repeticiones y ejercicios) en función de la capacidad de cada persona y de su evolución.
Igor Gutiérrez, LPF Coach