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¿Por qué me duele la espalda durante el embarazo?

Sufrir dolor lumbar y pélvico durante el embarazo es tan frecuente que ha llegado a normalizarse. Sin embargo, el dolor nunca debería percibirse como una condición normal de una nueva etapa vital. Hasta el 67% de las mujeres llegan a referir dolor lumbar durante la segunda mitad de su embarazo y hasta un 70% de mujeres sufre dolor pélvico al final de la gestación. Aunque el dolor pélvico y lumbar pueden ocurrir por separado, muchas mujeres experimentan ambos y puede llegar a ser incapacitante y afectar severamente a la calidad de vida.

 

El origen de este dolor se vincula con una gran variedad de factores anatómicos, fisiológicos y mecánicos que tienen lugar a lo largo del embarazo. Se cree que estos cambios afectan a la biomecánica de la pelvis y la columna, contribuyendo a que aparezca dolor en el embarazo y que se prolongue hasta el postparto. En el siguiente artículo os contamos las principales causas atribuidas a la aparición de dolor lumbo-pélvico durante el embarazo y lo que la literatura señala como más efectivo para combatirlo.

 

  • Cambios Posturales

Los cambios posturales a lo largo de los nueve meses del embarazo son bien significativos. Principalmente, se caracterizan por el incremento de la lordosis lumbar, es decir, se produce una hiperlordosis lumbar. La excesiva curvatura lumbar crea mayor tensión de la musculatura lumbar. Además, la mayoría del peso que se va ganando en el embarazo se concentra en la parte baja de la pelvis. El cuerpo tiende a compensar el aumento del volumen abdominal anterior basculando la pelvis, es decir aumentando la lordosis lumbar para restaurar el centro de gravedad adelantado.

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  • Volumen total de Agua Corporal

La cantidad de agua corporal incrementa sobre unos 8.5 kilos en similar medida tanto en mujeres nulíparas (que no hayan tenido hijos-as antes) como en multíparas (con varios hijos-as anteriores). Este aumento de volumen, especialmente en el tejido conectivo de la columna y de la pelvis, incrementa la laxitud de las articulaciones aumentando la posibilidad de producirse dolor local.

 

  • Cambios Endocrinos

El efecto del aumento de volumen antes mencionado, está reforzada por los cambios hormonales producidos durante el embarazo. En concreto del aumento de la hormona relaxina, que produce un incremento significativo de la laxitud de la articulación sacroilíaca y de la sínfisis púbica. Esta laxitud articular que resulta imprescindible para alojar el feto creciente y facilitar el parto, en ocasiones puede producir inflamación y aumento excesivo del rango de movimiento, y por consiguiente producir dolor lumbo-pélvico. Los niveles suero de hormona reproductiva y procolágeno también han relacionado con el inicio del dolor lumbar durante la última semana del período de embarazo.

 

  • Cambios vasculares

Según la literatura especializada, la congestión del sistema venoso es también otro factor que pudiese favorecer la aparición del dolor de espalda baja y pélvico.

 

Además de los anteriores, otros factores deben tomarse en consideración en desarrollo de dolor lumbo-pélvico inespecífico durante el embarazo:

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¿Cómo puedo aliviar el dolor pélvico y lumbar durante el embarazo?

Terapias como la acupuntura (Foster et al., 2016)  y las multi-modales (ejercicio combinado con educación y tratamiento manual) han mostrado ser tratamientos efectivos en el abordaje del dolor lumbar durante el embarazo (Gallo-Padilla, 2016). Sin embargo, la última revisión sistemática Cochrane (Liddle y Pennick, 2015) concluye que la evidencia científica de que el ejercicio es efectivo en reducir dolor lumbar relacionado con el embarazo es aún de baja calidad. Esto significa que se deben hacer más estudios para confirmar que el ejercicio físico por si solo puede ser un aliado crucial a la hora de combatir los dolores durante la gestación.

 

Un estudio que involucró a mujeres con dolor pélvico y lumbar durante su embarazo de diferentes países como Estados Unidos, Reino Unido, Noruega y Suecia detalla que la mayoría de las mujeres que recibieron tratamiento encontraron mejoras (Gutke et al., 2018). Así que, tratarse es mucho mejor que resignarse.

 

Muchas mujeres que experimentan dolor durante el embarazo al suponer que es algo “normal” no lo consultan con un especialista limitando las posibilidades de mejora y opciones de tratamiento. Además, algunas personas creen el reposo absoluto para recuperarse del dolor de espalda o pélvico es el mejor remedio. ¡Todo lo contrario! El reposo prolongado en cama promueve el aumento de peso, lo cual va a deteriorar aún más la condición física, la falta de vascularización y demás factores de riesgo relacionados con el  dolor pélvico o lumbar.

 

Sabemos que el ejercicio físico es la mejor medicina preventiva que tenemos y la primera recomendación de tratamiento conservador de la comunidad médica para reducir el dolor lumbar en general y durante el embarazo de forma específica.

 

Participar en un programa regular de ejercicio en general y específicamente en programas de entrenamiento postural e hipopresivo como Low Pressure Fitness puede contemplarse como una opción adecuada para empezar a cuidarse antes del embarazo. Al respecto, en un anterior artículo os contamos cómo un estudio reciente encontró que un programa combinado de terapia miofascial y ejercicio hipopresivo era efectivo en reducir el dolor lumbar (Bellido et al., 2018). Por lo que la combinación de terapia pasiva (masaje por ejemplo) y activa (ejercicio) se contempla como una opción ganadora.

 

El caso de Ana Belén sirve como un ejemplo de entrenamiento de Low Pressure Fitness previo al embarazo. Ana Belén se convirtió en trainer de LPF entre su segundo y tercer embarazo. Entrenaba casi a diario LPF cuando recibió la feliz noticia de que su tercer hijo estaba de camino.

 

Ana cuenta que de las tres gestaciones, “la última fue sin dudarlo en la que tuve menor dolor lumbo-pélvico y me encontré en mejor condición física”. Lo único que había modificado respecto a los anteriores embarazos fue su rutina de entrenamiento de LPF previa que le ayudó a mantener los principios posturales y respiratorios aprendidos durante el embarazo. En las imágenes, Ana Belén se encuentra en el sexto mes de embarazo y podemos ver su excelente condición postural. Según nos relata Ana Belén “La buena postura y el manejo de las presiones lo tengo integrado” y “me he sentido con una faja abdominal consciente y activa hasta el último día”.

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La evidencia científica actual concluye que el abordaje del dolor lumbar durante el embarazo debe tener un enfoque multidisciplinar y se deben incluir medidas preventivas incluida adecuada higiene postural (Gallo-Padilla et al., 2016).

 

Recuerda que para el tratamiento y abordaje del dolor lumbo-pélvico es fundamental acudir a tu fisioterapeuta de confianza y la mejor forma de iniciar un programa de ejercicio físico es de la mano de un profesional de las ciencias del ejercicio.

 

Agradecimientos

* Agradecer a Ana Belén directora de Be Postural y LPF-Coach, su colaboración en la entrevista para el artículo y fotografías.

 

Referencias

Foster NE, Bishop A, Bartlam B, Ogollah R, Barlas P, Holden M, Ismail K, Jowett S, Kettle C, Kigozi J, Lewis M, Lloyd A, Waterfield J, Young J. Evaluating Acupuncture and Standard carE for pregnant women with Back pain (EASE Back): a feasibility study and pilot randomised trial. Health Technol Assess. 20(33): 1-236, 2016.

Gallo-Padilla D, Gallo-Padilla C, Gallo-Vallejo FJ, Gallo-Vallejo JL. Low back pain during pregnancy. Multidisciplinary approach. Semergen, 42(6): 59-64. 2016.

Gutke A, Boissonnault J, Brook G, Stuge B. The Severity and Impact of Pelvic Girdle Pain and Low-Back Pain in Pregnancy: A Multinational Study. J Womens Health (Larchmt) 27(4): 510-517, 2018.

Liddle SD, Pennick V. Interventions for preventing and treating low-back and pelvic pain during pregnancy. Cochrane Database Syst Rev. 2015, 30(9):CD001139.

 

Autora:

Tamara Rial, PhD, CSPS
 Co-fundadora de Low Pressure Fitness

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